lunes, 13 de noviembre de 2017

Plan de Formación de Personal de Seguridad Informática

Como cualquier otra área corporativa, la de seguridad informática no es ajena a contar con una estrategia de crecimiento y capacitación para el personal que la integra. Hasta aquí suena “obvio” que debe de contar con dicha estrategia, el problema es por dónde empezar.

Lo primero es desarrollar algún tipo de lista de requerimientos técnicos y no técnicos que debe de ir acumulando el personal a lo largo de su carrera de seguridad informática. También la estrategia debe de ser lo suficientemente flexible para poder ubicar a un nuevo empleado que acaba de salir de la carrera universitaria, a uno que tiene una Maestría o a otro que ya tiene años de experiencia en el ramo y sus posibles combinaciones. 
Claro está, no puedes "tratar" igual a todas las personas que ingresan y debemos acomodarla en la ubicación correcta en el “plan de formación” que le permita seguir superándose profesionalmente. Hay que evitar que se aburra yendo por ejemplo a un curso “porque ya se sabe el tema”; no le conviene ni a la persona ni a la empresa.
El plan de formación debe de partir de un tronco común, donde la idea es que todos los integrantes tengan bases sólidas primero, para luego poder ir aspirando a alcanzar diferentes “ramas” de especialización dependiendo de sus intereses y de los del área (por ejemplo, los próximos proyectos en los que estará envuelto en el corto-mediano plazo).
Algunos ejemplos de requisitos en un tronco común pueden ser: un diplomado, una certificación como la reconocida CISSP (Certified Information Systems Security Professional), algunos cursos básicos del instituto SANS o la certificación de hackeo ético CEH (Certified Ethical Hacker). No pretendo hacer un listado exhaustivo de lo que debe de contener el tronco común, sino dar algunos ejemplos para dar la idea de lo que tengo en mente.
Una vez armado el tronco común, vamos a las “ramas” de especialización. Las ramas especializadas deben estar orientadas a ser retadoras y que guarde relación con las labores del empleado en el área.
Por ejemplo, una persona que haya cumplido con el tronco común (o que no lo requiera por su perfil avanzado al ingresar al área) y que el interés es que conozca de desarrollo seguro, tendrá que transitar por la rama especializada de desarrollo seguro que debe marcar los cursos y certificaciones a buscar. 
De igual manera esta rama si bien será especializada, iniciará con cursos “básicos” de la rama, en este caso de desarrollo seguro, y posteriormente irá cumpliendo con capacitación de programación segura cada vez más avanzada.
Ahora, no todo en seguridad informática debe forzosamente ser técnico. También el plan de formación debería de considerar tener cursos no técnicos, como por ejemplo de habilidades gerenciales o equivalentes. Si bien es muy útil un recurso con capacidades técnicas fuertes, nos hará pasar malos momentos si no sabe exponer un tema a la alta gerencia, o a los altos jefes de otras áreas no técnicas que no dominan ni la TI y menos la seguridad informática. 
Este otro tipo de cursos también están orientados a preparar a la gente para cumplir con puestos superiores en la jerarquía donde deberán también conocer temas por ejemplo presupuestales, de redacción (¡que tanta falta hace!) y exposición de temas de manera ejecutiva y una adecuada articulación de ideas, junto con la administración de personal a su cargo, entre otros.
El cumplimiento de estos requerimientos del plan de formación en materia de cursos y certificaciones podría volverse inclusive un tema tan relevante como para tomarlo en cuenta para ascensos o bonos.
¿Existe una posición abierta de nivel gerencial? Tomemos en cuenta también los cursos y certificaciones obtenidas tanto de la parte técnica como la gerencial, la cantidad que haya logrado acumular por año, la suma de certificaciones no obtenidas y demás datos para incluirlo como una parte importante del proceso de elección.
¿Existe la posibilidad de un bono? No solo observemos el desempeño mostrado, sino cursos y certificaciones exitosamente logradas en el periodo para incorporarlo como un paso del proceso de selección de asignación del premio.

En conclusión, un plan de formación tiene varias ventajas. Una es que los integrantes tengan claro “el camino” a seguir en su vida profesional y que no estén cada año pensando qué cursos tomar y que al final los seleccionen porque “se escuchan interesantes”. Otra es que el plan orienta a que la gente se capacite en lo que es de interés del área y evitar que el responsable de la gestión de antimalware vaya a cursos de administración de la seguridad tipo 27001. 
Lo anterior beneficia a la corporación para tener gente especializada en sus labores del día a día. Y seguir el plan de formación dará motivación a la gente a seguirlo porque sabe que sus logros serán tomados en cuenta para bonos, ascensos, etc. dentro de la empresa. 
Sin mencionar que los alentará a seguir en el corporativo porque saben que su profesionalización continuará y también de qué forma lo hará. Recordemos que no solo los aumentos salariales motivan a la gente, sino entre otras cuestiones, la capacitación que reciban porque esa es suya y se la llevarán por los años que les resta de vida profesional en la organización donde vayan a estar laborando.